miércoles, 18 de diciembre de 2013

LA GRAN ALIANZA INDIA...Post Jo


LUISIANA ESPAÑOLA, FINALES DEL XVIII • España impulsa una confederación india para frenar a Estados Unidos.

España ayudó sustancialmente a Estados Unidos en su Guerra de Independencia (1776-1783) porque su enemigo principal era Inglaterra. Sin embargo, la independencia norteamericana se convertiría inmediatamente en una amenaza para los intereses españoles en América. Por su demografía, por su vitalidad, por su potencia, la nueva nación va a querer expandirse hacia el Oeste y hacia el Sur, lo cual sólo puede hacerse a costa de los territorios españoles, en un proceso que culminará con la Guerra de Cuba y Filipinas de 1898.
Conscientes de esa amenaza sobre la Florida y el río Mississippi (una vía de navegación exclusivamente española en la época), las autoridades españolas en América toman medidas desde el principio, y un año después de la independencia norteamericana, en 1784, el gobernador de Luisiana, don Esteban Miró, firma una serie de tratados con otro pueblo amenazado por Estados Unidos, las llamadas Naciones de Indios del Este del Mississippi.
Las cuatro naciones de crikes, cherokis, chaktas y chicasas tenían sus territorios precisamente al este del río y al norte de Florida, de manera que constituían un obstáculo que los norteamericanos tendrían que eliminar antes de chocar con los españoles. No tendrían muchos escrúpulos los estadounidenses en hacerlo, pues los indios habían sido aliados de los ingleses contra los independentistas, y existía una tradición de incursiones y matanzas por ambas partes.
Sería sin embargo el sucesor de Miró, el barón de Carondelet, quien impulsaría en la década siguiente la alianza estratégica de España con la cuatro naciones indias, hasta convertirla en un eje de la política española en la región.
Carondelet comenzó por prestar asesoramiento diplomático a las naciones indias para impedir que fuesen expoliadas por los norteamericanos mediante convenios que eran auténticos engaños. Así logró que el Consejo de Jefes de la Nación Crike anulara el Tratado de Nueva York de 1790, por el que los crikes cedían grandes territorios a Estados Unidos, y desmontó, por medio del gobernador de Natchez, Gayoso de Lemos, una gigantesca operación especulativa de la legislatura de Georgia, que en 1789 había otorgado a una compañía comercial (la Yazoo Company) la colonización de 400.000 acres en tierras de la nación chacta.
Un Congreso indio.
Carondelet perfeccionó la alianza con las cuatro naciones mediante nuevos tratados, como el que firmó el 14 de mayo de 1792 con las naciones chacta y chicasa, o el Tratado de Nogales de 28 de octubre de 1793 con la nación cheroki. Lo que pretendía Carondelet mediante estos acuerdos era nada menos que formar una auténtica confederación india bajo la égida política de España, que se comprometía a prestarle apoyo militar frente a sus enemigos, es decir, frente a los Estados Unidos. Esa confederación sostenida por España debía constituir un freno, al menos durante algún tiempo, a la expansión norteamericana y serviría por tanto de protección a los territorios españoles frente al voraz vecino.
Según el proyecto de Carondelet, se establecería un Congreso indio permanente, formado por tres diputados de cada una de las cuatro naciones, elegibles cada año. El Congreso sería sostenido con fondos de España, que estaría presente en el mismo mediante un comisario de su majestad, con voz pero sin voto.
El artículo clave de esta Constitución decía: “Ninguna de las cuatro naciones podrá hacer la paz o la guerra por sí sola, sin el conocimiento y el convenio del Congreso (...) Caso de hallarse insultada cada una de las Cuatro Naciones por otra, sea blanca o colorada (...) todas las Cuatro se reunirán para hacerle la guerra (...) debiendo en este caso suministrar armas y municiones España, su protectora, siempre que ella hubiese consentido a la misma”.
Este proyecto cayó como una bomba en Estados Unidos, pues suponía un fortalecimiento extraordinario de las naciones indias, cuando ya estaba asumido por los norteamericanos que los indios serían sacrificados a la necesidad de nuevos territorios. Se inició entonces en Filadelfia una dura campaña de prensa contra España, a la que se acusaba de apoyar y excitar las “agresiones de los salvajes” contra los colonos, y también una ofensiva diplomática en Madrid para desactivar el plan de Carondelet.
La secesión de Kentucky.
Don Francisco de Carondelet, perteneciente a una vieja familia borgoñona al servicio de España y casado con la hermana del general Castaños, se convirtió en una auténtica pesadilla para los norteamericanos, pues su visión estratégica y su habilidad política y diplomática estuvieron a punto de frustrar el proyecto de los Estados Unidos tal y como conocemos.
No sólo impulsó la confederación india, sino que también conspiró con el general Wilkinson, un aventurero norteamericano a sueldo de la Corona española que pretendía declarar a Kentucky independiente de los Estados Unidos. En la primavera de 1794, Carondelet, a través del gobernador de Natchez Gayoso de Lemos, ofreció a los kentuckeses ayuda militar por medio de cañoneros fluviales, abundantes fondos y pertrechos de guerra. El proyecto de un Estado vasallo de España en Kentucky ya había sido estudiado en tiempos de Carlos III, y era un complemento perfecto de la confederación india, pues con la secesión de ese territorio se extendía hacía el Norte la barrera defensiva frente a EEUU.
Sin embargo, uno y otro plan serían abandonados por el Gobierno de Madrid. Regía los destinos de España Godoy, y la derrota en la guerra contra la Francia revolucionaria había dejado tremendamente debilitada a España en el ámbito internacional. Godoy se ganó el título de Príncipe de la paz, pero en realidad lo que hizo fue una política entreguista frente a Francia, aceptando convertirse en un comparsa de Bonaparte. España renunciaba así a la categoría, hasta entonces mejor o peor conservada, de gran potencia mundial.
Godoy no se atrevió a afrontar un conflicto con EEUU, prefirió apaciguarlos firmando el Tratado de San Lorenzo de 1795, que suponía una claudicación ante el país emergente. Al fin y al cabo muy poco después, en 1801, España cedería la Luisiana a Francia y saldría del escenario del Mississippi, con lo que ya nada se interpondría entre EEUU y su dominio del continente norteamericano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario